SESIONES DE BIOEDUCACIÓN “SANANDO PARA NO HERIR”, PARA MADRES Y PADRES
Cuando somos madres y padres tenemos delante muchísimas oportunidades de autoconocimiento y sanación, pero no siempre logramos madurar y sanar lo que necesitamos y lo que nuestros niños necesitan.
Cuando no sanamos las propias heridas emocionales de nuestras infancias, estas aparecen en nuestra vida contaminándola, boicoteando nuestra felicidad y sobre todo la relación con nuestros hijos...
La mayoría de las heridas no resueltas se transmiten a los hijos (así como fueron transferidas a nosotros), repetimos patrones, limitando o dañando su mundo emocional, su autoestima, el contacto con sus potencialidades y la relación con el niño, etc. También es probable que nuestros hijos repitan este ciclo, propagando el dolor sin resolver.
Pero, la posibilidad de cambio está! Siempre en el sistema familiar hay un ser que se hace consciente de este dolor y decide romper el ciclo.
Si sientes que algo de esto puede estar ocurriéndote, comienza un proceso con BioEducación, que no solo será totalmente favorable para ti, sino será liberador y sanador para el niño.
Bioeducación es un sistema de sanación y enseñanza, que abarca tres áreas:
A través de SESIONES PERSONALIZADAS online de Bioeducación, te acompañaré a salir de los lugares comunes e insanos, romper las creencias heredadas, trascender el dolor original, para dejar de repetir para ser quien eres realmente.
Valor de las Sesiones Personales:
Para ARGENTINA es de $11000. Click aquí para abonar por MercadoPago
Para LATINOAMERICA es de u$18 dolares. Para abonar por PayPal
Para EUROPA es de €18 euros. Para abonar por PayPal
Te invito a salir de los lugares comunes, romper las creencias heredadas, trascender el dolor original, para dejar de repetir, ser quienes somos y lo que somos realmente.
Te espero, ¡tu y el niño se lo merecen!
Erica Nancy Ortiz - BioEducadora
Celular WhatsApp: +5493548414292
Formulario de Contacto: Click aquí
“Todo dolor disminuye nuestra conexión saludable con nosotros mismos, bloquea o limita la conexión con nuestros hijos, disminuye nuestra capacidad de dar, contener, acompañar, estar disponible, entregado, feliz y sano.”